Desde primeras horas de la mañana del domingo se intuía que el atasco de la tarde iba a ser monumental. Como punto conflictivo surge otra vez la confluencia, en el término de Bailén, de la A-44 que subía ya congestionada desde Granada, con la N-4 que venía en similares condiciones desde Córdoba en dirección al centro de España.
Testimonios de algunos conductores atrapados en el atasco indican que fueron mas de dos horas y media en pasar desde Bailén a Castilla-La Mancha, dado que en La Carolina, el tráfico se paralizaba del todo. A pesar de las medidas que se habían tomado, el atasco fue inevitable.