Un triduo, ofrenda de nardos a la imagen de la patrona de Bailén la Virgen de Zocueca, organizados por su Real Archicofradía, han sido los prolegómenos de esta festividad de la renovación del voto de la ciudad a su patrona que culminaron en el Templo de la Encarnación a las 11 de la mañana del 5 de agosto con una Eucaristía concelebrada por los sacerdotes de la ciudad, siendo el oficiante principal el párroco, Manuel Sánchez. La imagen, este año estrenaba un altar de culto a modo de retablo-pórtico en plata que enmarca la silueta de la imagen para las liturgias que se oficien en su honor, muy celebrado por los fieles.
Una ceremonia con aforo limitado, por causa de la pandemia, para fieles y corporación municipal que sirvió para la renovación del voto que los vecinos de Bailén realizaron a su patrona, consistente en la promesa de «guardar este día 5 de agosto con ayuno en su víspera para siempre jamás» así como la realización de otras acciones piadosas. Este voto se remonta al 1681, cuando los vecinos de Bailén, según las crónicas, rogaron a la Virgen que los librara de las situaciones preocupantes causadas por las epidemias que se cernían sobre los pueblos limítrofes .
Este año, por segunda vez, no ha salido la magna procesión ni se ha podido realizar la exhibición de fuegos artificiales a su paso por la Plaza de la Constitución.
La próxima cita con la Patrona sería el último domingo de septiembre, pero todo depende de la evolución de la pandemia.
Redacción
Fotos: Sergio Anula ( Tolilive)