UNA FUENTE DISFRAZADA DE PALMERA.
No se si es porque es carnaval o por que mi vista me ha engañado, pero he visto una fuente disfrazada de palmera. Si, eso es. Cosa que me ha llamado mucho la atención porque hace tan solo unos días tal fuente ejercía de…bueno, mejor no lo digo. Hoy una joven palmera, luce palmito, y nunca mejor dicho, en lo que antes fuera fuente ornamental octogonal con los escudos de cada una de las provincias andaluzas en sus caras laterales.
Bailen como ustedes saben, en verano el calor es insoportable, y fontanas de la ciudad, unas mas humildes otras mas suntuosas, desarrollaban con el rumor de sus inquietos chorros una acción relajante y sicológicamente beneficiosa para las gentes de su entorno. Que se lo pregunten a los habitantes de cualquier país colindante con el desierto o a los que tuvieron el acierto de hacer un palacio en la colina roja que hoy todos conocemos por Alambra de Granada.
Dando un paseo por Bailen, la primera fuente que nos encontramos es a la entrada de la Avenida del Parador. María Bellido, alli más sola que la una en un entorno muy bonito pero más seco que el desierto de Atacama. Siguiendo este paseo por los surtidores artificiales, nos encontramos con la fuente de Parque Europa, antigua inquilina de la Plaza del Reloj , hoy exiliada por la frescura y belleza del parking de la dicha plaza, que todavía no ha tenido el gusto de mojar sus labios pétreos con el liquido elemento.
La fuente del Vivero, aquella que en sus tiempos tenía esquivos peces de colores y con un monolito en medio, corre también el peligro de disecación, extinción o transformación en maceta gigantesca para cualquier especie vegetal.
La plaza de Yapeyú tiene otra fuente, alargada y de hermosa piedra , hoy centro de atracción de jóvenes que practican “Parkour” que va a ser un día escenario de una desgracia, no porque alguien se pueda ahogar en ella, ( que lleva ya demasiado tiempo sin gota de agua) sino por que alguno de esos mozalbetes se descalabre a resultas de sus saltos peligrosos practicando este, llamémosle, deporte.
Si entramos dentro del pueblo, en la Plaza de las Garrotas vemos allí otra fuente que pasó a mejor vida hace ya años y ahí sigue rellenando un hueco de esa plaza sin ninguna utilidad; Un herbazal
inservible a no ser que preguntemos a algún perro o gato sobre su servicio.
Siguiendo el paseo, dicen los antiguos del lugar, que en la plaza del Punto Linares había otra fuente, de esas que fabrican en serie, pero que daba frescor al rincón como lo hacia la otra casi olvidada que existía en la plaza de los Pisos Verdes. En la plaza del Barrio Ciudad Jardin, pasen y vean lo que hay allí.
La del Cantaríco, afortunadamente sigue viva aunque el cántaro que luce sea de acero en vez de arcilla. Eso nos dice mucho de las costumbres que tienen algunos ciudadanos de tratar el mobiliario urbano.
Un réquiem por las fuentes de mi pueblo entono desde estas líneas, aunque ahora lo fácil seria echar las culpas al ayuntamiento, que no digo yo que no tenga parte, pero también la desidia, el abandono, el desprecio de parte de algunos ciudadanos han llevado a esta situación. Sinceramente creo que puede haber otras soluciones para las fuentes urbanas mucho mejor que echar tierra al asunto. Unos jóvenes, hablando del tema, me han propuesto algunas alternativas. Una de ellas es hacer participes de su conservación a los vecinos de dichas fuentes que son los que mas se benefician de ellas. Otra es solamente encenderlas en horas determinadas de días determinados, para ahorrar energía y una tercera es sancionar seriamente a los individuos o individuas que perjudiquen estas instalaciones.