No entiendo las cosas. ¿Cómo alguien puede decir una cosa, la contraria y la contraria a ésta en cuestión de horas veinticuatro? Pues sí, ha sucedido y lo ha hecho en una región donde los despropósitos son continuos; donde no se gobierna, sino que se desgobierna; donde cada uno hace lo que le da la gana; donde un presidente tras otro es elegido sin pasar por las urnas, como en una república bananera; donde se intenta dar lecciones de democracia, pero sin ser demócrata. Podría seguir hasta el infinito. Estoy hablando de Andalucía. Mi pobre Andalucía. Siempre igual. Todo lo malo para mi región.
¿Cómo entender lo sucedido en la dichos Corrala Utopía? Difícil es, para voy a intentar ponerlo en claro, porque está muy oscuro. ¿Razones del conflicto? Veamos. La corrala empieza el 16 de mayo de 2012, llevadas hasta allí por miembros del 15-M. hasta 36 pisos propiedad de Ibercaja y totalmente terminados. Entraron, la mayoría mujeres, separadas, divorciadas, viudas, desahuciadas y, algunas, con empleo y casa, pero con ganas de reivindicación. La Consejería de Vivienda, en manos de IU y, a veces, el Defensor del Pueblo Andaluz, tuvieron conversaciones con la caja, pero sin llegar a ninguna conclusión. Como no había acuerdo, el banco pidió el desalojo a la justicia. El 25 de febrero se ordenó el desalojo. Como había menores y gente en riesgo de exclusión social, el juez dio orden de que la Consejería, el Ayuntamiento y el Defensor, crearan una comisión para atender las necesidades más perentorias.
El ayuntamiento negó las viviendas sociales, debido a las listas de espera, y la consejería intentó un pacto con Ibercaja. En este momento el banco se retira de las negociaciones. El número de familias baila, porque si eran 36 al inicio, algunas desalojaron antes del desalojo y quedaron un total de 22 familias. Con los vecinos en la calle, se vio que en realidad eran 17 las familias desalojadas de la Corrala. Fomento da validez a la cifra. La Consejería indica que, siguiendo el cumplimiento del auto del juez, todas las familias están en riesgo de exclusión social y con necesidad de vivienda. Hay que atenderlas.
Para cumplir esto última, Elena cortés, la consejera, se basa en el artículo 20 de la ley del Derecho a la Vivienda de Andalucía (favorecer el alojamiento de las personas con “riesgo de exclusión social”) y el 12.5 de las VPO (contempla “excepciones”). IU dice que no da viviendas, sino sólo plantea ceder temporalmente un piso para casos de emergencia. Pensadas para alojamientos temporales, pero no definitivos. Una vez realojadas se evalúa a las familias y se decide según circunstancias. Pero hay un problema muy grande en Sevilla de petición de viviendas de este tipo. Entonces viene el problema. IU se salta ¿o no? Las listas de espera, 12200 personas en ellas. Pero en Sevilla el problema es más grave aún. En esas listas de espera hay 388 familias, en riesgo de exclusión social, con más derechos que los de la corrala Utopía.
Y salta el problema. O mejor dicho problemón. La consejera de Vivienda y Fomento, Elena Cortés, de IULV-CA, ordena el realojo de todas las familias de la corrala. Susana Díaz, Presidenta de la Junta le insta a rectificar y no permitir el realojo. IU sigue adelante y el jueves 10 de abril entrega las llaves de ocho viviendas en las puertas de ayuntamiento de Sevilla, donde habían acampado los desalojados, intentando hacer fuerza. Y lo consiguieron. Ya tenían las llaves, en contra de todas las listas de espera, habidas y por haber. Entre ellos, entre los “agraciados”, gente de IU, en su mayoría. Susana Díaz, ante el envite lanza un “órdago”: “O devuelven las llaves o retiro las competencias de vivienda a Elena Cortés”.
Horas de negociaciones entre PSOE e IU, con los principales dirigentes en la mesa de negociación. No hay acuerdo y se publica en el BOJA la retirada de competencias de vivienda a la consejera, hasta nueva orden. O sea, hasta que las familias devuelvan las llaves. Siguen las negociaciones y llega la “bajada de falda o pantalones” de la Presidenta de la Junta de Andalucía. Ordena y publica en el BOJA la derogación de lo publicado. Un decreto que deroga lo derogado. El BOJA es testigo de este desaguisado.
Lo dicho, un ratón gordo ha sido comido por un gato famélico. ¿Quién manda en Andalucía? NADIE.
Cándido T. Lorite